El 15 de agosto de 1918 se inauguraba en nuestra capital el edificio del Colegio de la Purísima Concepción "Las Nieves" en la calle Duque de Alba 12, y el Diario de Ávila lo recogía al día siguiente.
Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, titulares del Centro, desde 1874 atendían a los niños de la Inclusa de Ávila, y ampliaron en los años sucesivos su labor con la formación de chicas jóvenes, aunque al no contar con un inmueble para ello, comenzaron utilizando espacios cedidos por la Diputación Provincial.
En 1902 trasladan el Centro a la calle Reyes Católicos, junto a la ermita de Las Nieves, de donde viene el nombre popular del Colegio. Pero la sensación de precariedad no desaparece, pues el edificio adolecía de humedad, pequeñez, e insuficientes luminosidad y ventilación. De ahí la satisfacción que expresa el rotativo local al abrirse en 1918 el definitivo emplazamiento para el Colegio en Duque de Alba.
Cinco años antes, el 26 de noviembre de 1913, Sor María Emilia Heredia y Guerrero, Visitadora, con la ayuda económica de la duquesa de Nájera, había fundado en Ávila la Casa de Caridad de la Medalla Milagrosa con cuatro Hijas de la Caridad, recogiendo la aspiración de las Hermanas de la Provincia Franco-española de que la formación de las componentes de la congregación se llevase a cabo descentralizadamente en España y no en París. La Casa proporcionaba enseñanza a las aspirantes y postulantes, así como a las jóvenes estudiantes venidas de los pueblos, además de impartir catequesis a niños y llevar a cabo acción social en la cárcel de mujeres. Establecidas inicialmente en una casa alquilada y mal acondicionada cerca de la Basílica de San Vicente, lograban trasladarse a un edificio aledaño al Monasterio de Santo Tomás, donde continúan hoy, y el día de la Virgen Milagrosa de 1913 celebraban la primera Eucaristía en el nuevo emplazamiento.
En 1914, de su mano nacían las Escuelas del Ave María, para atender a los niños del barrio, y en 1916, echaba a andar en nuestra ciudad el Seminario de las Hijas de la Caridad de la Provincia Franco-española, aunque en 1917 se reubicaba en la capital de España.
Con esos antecedentes, Diario de Ávila reflejaba con todo detalle en agosto de 1918 la apertura de puertas del nuevo colegio de la calle Duque de Alba, acto al que asistían las autoridades locales. Los planos eran del arquitecto madrileño Rafael Martínez Zapatero (1865-1937), autor del célebre Monumento a Miguel de Cervantes en la Plaza de España de Madrid.
El establecimiento educativo, bajo la dirección de Sor Margarita Colina, se definía como dotado de "todos los adelantos de construcción, higiene y confort", en "la línea de los mejores de España", con "cuanto pueda desearse en centros docentes". El periódico describía pormenorizadamente el Colegio: "dos fachadas exteriores e interior de tres grandiosos pabellones con destino a internas, habitaciones de las Hijas de la Caridad y clases; dormitorios amplios y ventilados; aulas para señoritas, niñas y párvulos de ambos sexos completamente aisladas unas de otras; preciosa capilla; soleadas galerías cubiertas de cristales; tocadores elegantes; hermosos comedores; higiénicos W.C.; cuartos de baño; soberbias clases de dibujo y música; magníficos lavaderos; grandes terrazas cubiertas de asfalto; soberbio parque de recreo; huerta muy extensa con paseos; instalación de luz eléctrica y agua". El comedor del edificio alimentaba diariamente a un centenar de niños vulnerables.
El Centro sufrió un paréntesis en la Guerra Civil, convertido en hospital de sangre atendido por las Hijas de la Caridad, por la cercanía del frente de Madrid. En 1942 el edificio vuelve a su primitiva función y se crea un internado para alumnas de la provincia. Además, en febrero de 1937 tres bombas cayeron en el Colegio de La Milagrosa. Las Hermanas continuaron su labor asistencial en casas de vecinos, en el Gobierno Civil y en el Convento de Gracia, hasta la reconstrucción del edificio en 1941, abriéndose un internado.
Desde el curso 2013-2014, ambas sedes se fusionan con el nombre de Colegio Milagrosa-Las Nieves.