Mariano de la Puente

Percepciones

Mariano de la Puente


La tentación

02/06/2024

No, no vive arriba como en la película, en la que Marilyn Monroe es el objeto de deseo. El otro objeto de deseo es la prensa, y la tentación habita la entraña y el cerebro de quienes pretenden dominar el mundo. La tentación de someter a la prensa es grande, y en los procesos electorales, más. No hay mandamás, político, o institución que se precie, que no intente mediatizar la labor del periodista. Vieja historia.

Se ha reabierto el debate, nunca se cerró, la eterna discusión: cómo controlar a los medios de comunicación. Atentos al emisor: Como dijo Orwell, lo que no es información es propaganda.

Las mentiras, los bulos, se colocan bien en el mercado. Son fáciles de digerir cuando el relato sale de las tripas y no de la razón, pero la verdad es incómoda, no necesita relato, de ahí el afán de control.

Los ciudadanos deben defender al mundo de la información, para que este "exprese y difunda libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción".

Es recomendable la lectura de la sinopsis que acompaña la redacción del artículo 20 de la Constitución. Refleja lo que debió ser una ardua reflexión entre los ponentes constitucionales. La exposición que explica el artículo describe que, mientras "la libertad de expresión conlleva un matiz subjetivo, la libertad de información contiene un significado que pretende ser objetivo".

Políticos ansiosos de gloria, asesores contratados ad hoc, y ocurrentes escribidores deberían leer con atención el artículo citado y sinopsis, para refrenar sus genialidades y también sus miserias e imbecilidades.

Arquímedes formuló un principio: "dadme un punto de apoyo para mover el mundo". El político de turno, avispado y oportunista, lo cogió al vuelo, y, olvidando sus principios, si los tuvo, no dudó en utilizar a los medios de comunicación, sobre todo la TV, como palanca, para masajear a los ciudadanos.

Un sistema eficiente y la propia profesión debieran poner en su sitio a estos zurupetos, oportunistas e intrusos disfrazados de informantes; y los ciudadanos, con su voto, denunciar a los políticos corruptores de la democracia.

Se profetiza y escribe que el periodismo está en crisis, que los medios van a desaparecer. Algunos se afanan en las redes sociales para que se cumpla la profecía, pero, lo que de verdad está en crisis es la verdad, la libertad, la dignidad. No, no es el periodismo, es lo que el periodismo denuncia lo que preocupa a los expendedores de inmundicia.

Las redes sociales protagonizan ahora la transmisión de la comunicación, aquí se cumple aquello de "el medio es el mensaje". Sabemos que el soporte predispone el contenido, la idea, la opinión y la información, y, aunque propicia la relación entre individuos, carece de filtro y es utilizada espuriamente. Algunos personajes han puesto en peligro a sus organizaciones o instituciones por los sapos y culebras que salen de sus bocas, perdón, de sus dedos. La escasa distancia entre el cerebro y el terminal amanuense no facilita la meditación: a más insultos, menos argumentos. La inmediatez y el destello de estos soportes deslumbra a sus usuarios, pero carece del sosiego que ofrecen los medios tradicionales: Radio, TV, prensa y sus formatos web.

¿Son las redes sociales el medio adecuado para informar o crear corrientes de opinión, tan necesarias en las sociedades democráticas? ¿Es apropiado el uso de las redes por quienes ostentan cargos institucionales? Ejemplos recientes han desembocado en todo un conflicto diplomático. Al llegar al precipicio, no hay Puente que nos salve de Milei. Los lumbreras habitan el planeta. ¡Peligro!

Se debería exigir ética, responsabilidad y mirada larga ante las posibles consecuencias; que no todo el mundo está capacitado para usar las redes, es una certeza; informar a través de ellas empobrece los mensajes.

El caos que circula por las redes es la coartada y excusa para quienes pretenden poner límites, trabas o mordazas a la información; y ya puestos, se preguntan, ¿por qué no amordazar al periodismo? La tentación es poderosa, los que así piensan acabarán enredándose, como siempre. La libertad de información y los medios de comunicación están en el fundamento y sostén de la democracia. ¿Por qué, si no, las dictaduras ciegan y matan a medios y periodistas, último obstáculo, una vez que han doblegado otros pilares institucionales?

Es la democracia lo que está en juego al matar al periodismo, y aunque la democracia sea fuerte, cuando no se puede matar al mensajero los corruptores utilizan una deriva argumental hacia la mentira. Pintan y presentan un camino hacia ese lugar bucólico donde todo es jauja, y se oculta la verdad a los ciudadanos. Recordemos que lo que no es información es propaganda.

Mientras El Quijote nos iluminó con aquello de: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos… Por la libertad, como por la honra, se debe aventurar la vida", los detentadores del poder aman la oscuridad y la mentira.

La tentación por poseer y manejar la información y a la prensa es poderosa. Si hay que eliminar no solo la verdad, sino a medios y autores, pues se hace, ¿usted lo duda? Gaza y Ucrania son el ejemplo, lugares donde el afán expansionista y las creencias religiosas ignoran el Derecho Internacional Humanitario.

Rusos e israelíes tienen una obsesión: la prensa. Los indiscretos ojos del periodista molestan. La solución, matar al cantor. Saben que, "si calla el cantor calla la vida", y los silencian sin mover una ceja. En Rusia, 60 periodistas rusos muertos desde hace 30 años, ¿recuerdan a Politkóvskaya?, o ¿Borodin? En el conflicto de Gaza, 72 periodistas palestinos muertos. Israel cerró recientemente Al Jazeera, es un testigo peligroso de sus fechorías.