En respuesta a un lector. Nuestra Constitución tiene la cláusula del Estado Social y Democrático de Derecho, en su artículo 1.1: 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. Esta es nuestra fórmula política y señalan los maestros su valor troncal y su importancia, junto con el Artículo 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. En temas de opinión conviene estar bien informado, y recabar de la acción política coherencia con nuestra Ley fundamental. Debemos ser conscientes del encuentro en una sociedad plural, teniendo claro que la Constitución de nuestra Nación respeta y contiene la decisión mayoritaria de los ciudadanos soberanos españoles, y en consecuencia, nuestra Ley fundamental tiene y es una constante y permanente fuente maestra de la convivencia; también es sabia maestra y educadora de los ciudadanos, en las clases y las crónicas de una sociedad plural que reconoce mayoritariamente su conciencia democrática, y que se identifica con el sentido común fundamental y democrático que dispone: La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social. Art. 10 CE.
El sentido común en la acción política no puede olvidar su identificación con los ideales y valores de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho. Como buenos alumnos de la vida, los representantes de opciones políticas tienen que caminar acordes con la Constitución de nuestra Nación, en la que ejercen su representación, en el Congreso, Senado, Comunidades y demás Órganos representativos provinciales y locales, y destinos que lo son de la Nación y su Constitución, y presupuestos que financiamos y pagamos entre todos; y por derecho nos encontramos en nuestra democracia.
La convivencia posible y plural, reclama el estudio y conciencia por parte de nuestra necesaria representación política, que debe cumplir con los deberes de cada día, con la consciencia y conciencia de su responsabilidad, que es exigencia social, y a cumplir con la acción política para con la Nación española, y de nuestra democracia del Estado Social y Democrático de Derecho, con la siempre presencia en la conciencia personal de su responsabilidad moral y política y cumplir con obligaciones en el presente, y para el mejor futuro de los ciudadanos soberanos de la Nación, y desempeñar nuestra representación de forma, y sin necesidad de castas ni clases, sino en la defensa de la Constitución y leyes de nuestra Nación, defensa y promoción del respeto de la legalidad en toda acción política y su identificación con los valores e ideales de nuestra sociedad real, con nuestra Ley de leyes y el compromiso representativo asumido con la Constitución, en juramento o promesa, y la soberanía de la Nación, que es una gran responsabilidad. Sumen su necesaria opinión y aportación plural. iEA!