Paseando y observando por nuestra bella ciudad Ávila, una se hace preguntas, y reflexiones, aunque dicen que lo que observamos he interpretamos, solo tiene que ver en la manera de como lo vemos, que, por su puesto, puede estar lejos, o cerca de la verdad. Pues al observar y escuchar, solo tenemos información, pero no la realidad, por lo tanto, no estaremos en absoluto en la verdad de las cosas. Tampoco la filosofía nos hace salir de dudas sino el acicate que nos arroja a ellas permitiéndonos con ello vivir inteligentemente en usencia de certidumbres absolutas.
Certidumbre es lo que días atrás sentí. Horario de salida de algunos colegios de mi ciudad, niñas y niños de edades que aún no llegaban a la adolescencia, y me pregunte. ¿Quién piensa en su futuro? ¿Dónde está el pensamiento de orientación hacia su futuro plasmado para sus tres etapas, infancia, adolescencia, juventud…? En un mundo tan desordenado por la injusticia la violencia. Hoy debemos poner también no solo el compromiso de los gobernantes, sino también en el núcleo familiar. Hasta este momento contabilizados en el mes de abril del dos mil veinte cuatro, siete niños han sido asesinados, algunos de ellos como escudos de venganza, debemos de reflexionar ante tanta barbarie, y dolorosos hechos.
Leyes constantemente sobre la violencia de género, pancartas, manifestaciones de los partidos políticos, por las calles de nuestra España, debates en el hemiciclo tanto en el Congreso como en el Senado. En cuanto a nuestros niños, y digo nuestros porque así los siento. Su protección, sus leyes sin concretar, con unas deficiencias tremendas, me atrevo a decir que están en el limbo. Los niños antes de ponerse en contacto con el medio social ya han experimentado ampliamente el ambiente que viven en el seno familiar, algo que seguirá siendo determinante en el desarrollo de su vida. Por otra parte, tendrán en muchos casos que forzarse para estar en lo que solemos llamar "socialización" hay deben de tener el apoyo de las políticas de su gobierno, plasmadas ya sin equívocos ni dudas, ellos son una realidad en este momento sin resolver, por parte de todos. No solo la implicación de entidades privadas, para personas en situación de vulnerabilidad, con sus programas, nos tienen que tranquilizar. Debemos estar, y sentir al ser humano que nos necesita, más allá de que nos llenemos de ego, hay que personalizar cada ser humano es único, y está llamado a realizar su peculiaridad.
Sin duda siempre se apela reiteradamente al pasado a lo verdaderamente humano como principio para dictar normas legales. Se proclamo solemnemente desde las más altas instancias internacionales la existencia de los derechos humanos, y sin embargo, tales medidas se tomaron a raíz de atentados graves contra la misma humanidad. Por eso afirmaba Goethe da más fuerza saberse amado; que saberse fuerte, la certeza del amor.