Carolina Ares

Escrito a tiza

Carolina Ares


FLM

15/06/2024

La Feria del Libro de Madrid es el paraíso. Miles, millones de libros me atrevería a decir, colocados uno detrás de otro, encima y debajo, para que los veas, los acaricies y decidas llevártelos. No hay lugar en el mundo con máxima concentración de libros expuestos para el disfrute. Y, por si eso fuera poco, también están los autores, los libreros y, por supuesto, los editores, algunos de los cuales son fuente de conocimiento ilimitado del mundo literario con los que podrías hablar horas y horas.

La Feria del Libro de Madrid es una fiesta. El lugar donde los amantes de los libros celebran su amor por estos rodeados de ellos, donde pueden elegirlos y descubrirlos, por no hablar de compartirlos. Personas reunidas con un único propósito: ver las últimas novedades, descubrir libros nuevos, que tu autor favorito te firme su última obra. Algunos escritores hasta visten sus mejores galas, porque para ellos también es una fiesta.

La Feria del Libro de Madrid es descubrimiento. Editoriales específicas, que no siempre son fáciles de encontrar están representadas. Los libreros y las editoriales buscan y rebuscan entre todo su catálogo. Por eso, siempre aparecen cargados de historias que no siempre están a mano en las librerías. Las colecciones son mayores que en cualquier otro lugar y por eso también es más fácil encontrar obras diferentes a los habituales.

La Feria del Libro de Madrid es novedad. Cuando se acerca, se acrecientan los lanzamientos. Cuando tiene lugar, sigue habiendo historias nuevas. Y, lo mejor de todo, muchas veces tienen disponibles libros que no han salido aún.

La Feria del Libro de Madrid es anticipo. Es el principio del verano, ese momento en que te preparas para todo lo que podrás leer en vacaciones, en el que empiezas a soñar con hacerlo. Disfrutar de los días largos y agradables. Es sentarte bajo un árbol y gozar de las adquisiciones. Es alegría compartida y deleite comunitario.

La Feria del libro de Madrid es calor y lluvia. Imposible separarlas de esta cita literaria. Las dos harán acto de presencia tarde o temprano. Es paraguas y botellas de agua para no deshidratarte. Es crema solar y el chubasquero en la mochila.

La Feria del Libro de Madrid es magia: la magia de la literatura flotando en el aire, como si de polvo de hada se tratase. Un hechizo que se eleva más allá del Parque del Retiro y llega a todos los rincones de España, que es capaz de tocar incluso a los que no han podido ir. Un encantamiento por el que tu amigo Javi, con el que ibas a ir el año pasado, pero no pudiste, se presenta en la puerta de casa con el libro que querías firmado, con el cansancio de haber dado varias vueltas por la feria y haber hecho varias colas aún presentes. Un conjuro en el que este año, aunque no lo necesite, ayudas a tu amiga Kasandra con su estrategia para anunciar su firma, por el que te lleva presente en forma de topo con tetera en un cartel. La Feria del Libro de Madrid siempre está, aunque no sea como la esperas. Y, lo mejor de todo, es que siempre vuelve.